CUESTIONARIO PRÁCTICO
LIBRO II - CAPITULO
III CONTINUIDAD DE LA FAMILIA, INTRODUCCIÓN AL CELIBATO, DIVORCIO EN CASO DE
ESTERILIDAD, DESIGUALDAD ENTRE EL HIJO Y LA HIJA
1. Cómo era llamado al
primogénito según las leyes de Manú? El engendrado para cumplir con el deber.
2. Cómo se consideraba el
celibato? Como una desgracia y una grave impiedad, impiedad porque el célibe
ponía en desgracia la dicha de los manes de su familia; y desgracia porque el
mismo iba a quedar privado de todo culto después de su muerte, sin
conocer lo que alegra a los manes. Era una especie de condenación para él y sus
antepasados.
3. El celibato estaba castigado por
la ley? A falta de leyes bastaron las creencias religiosas para impedir el
celibato, pero resulta además que desde que hubo leyes, decidieron que el
celibato era malo punible.
4. Qué decía Dionisio de
Helicarnaso? Dice haber visto una ley antigua que obliga a los jóvenes a
casarse.
5. Cómo llamaban los latinos
al hijo bastardo o natural? Spurius.
6. El hijo bastardo o natural
tenía derecho a ofrecer la comida fúnebre o perpetuar la familia por su medio?
No, pues el hijo llamado a continuar con la religión doméstica debía ser fruto
de un matrimonio religioso.
7. Cuál era la cusa
primordial del matrimonio? Su efecto a los ojos de la religión y de las leyes,
era unir, a dos seres del mismo culto doméstico y hacer nacer un tercero para
que pudiese continuar el culto.
8. Si la mujer era estéril que
pasaba con el matrimonio? Ante este caso fue siempre derecho de divorcio, y aun es muy posible que
en determinadas épocas llegase a ser obligatorio.
9. Si el hombre era estéril que
pasaba con el matrimonio? No por esto
debía suspenderse la continuidad de la familia, así que el hermano o pariente
del marido debía sustituirle, obligándose a la mujer a entregarse a este
hombre. El hijo que naciera era considerado como del marido y continuaba su
culto.
10. Qué diferencia había entre el nacimiento de un hija
e hijo? El nacimiento de una hija no llenaba el objeto del matrimonio, no
pudiendo continuar el culto, ya que el día que se casaba renunciaba a la
familia para pasar a pertenecer a la
religión y familia de su marido. El hijo era, pues, el esperado, el necesario y
el reclamado por la familia, por el hogar y por los antepasados. Para los
griegos el hijo era precioso, porque con el tiempo él debía hacer los sacrificios,
ofrecer la comida fúnebre y conservar con su culto la religión doméstica
